Santa Clara fue en sus orígenes una villa fundada por familias remedianas que se asentaron en estos parajes, motivados por interese económico. La mayoría eran descendientes de Antonio Díaz, primer dueño de la hacienda Gloriosa Santa Clara, nombre ratificado por el Obispo Diego Evelino de Compostela al aprobar el traslado de San Juan de los Remedios. Este hecho devino fundación de una nueva villa. Su primer gobierno oficial data del 1º de enero de 1690.
Luego del acto de fundación, el 15 de julio de 1689 en la ribera del río La Sabana, próximo a la actual plaza de El Carmen comenzó la organización del nuevo asentamiento, en el lugar que hoy ocupa el parque Leoncio Vidal Caro y sus áreas aledañas, equidistante de los ríos, Sabana, hoy Bélico y Del Monte, ahora Cubanicay, de ahí que se conozca como “una villa entre dos ríos”. Desde recién fundada se trazó un plano para la apertura de calles. Aquel trazado original ha caracterizado las calles de Santa Clara como rectas y bien delineadas.
El pequeño núcleo poblacional comenzó su crecimiento urbanístico en el siglo XVIII hacia el sur con La Tanoya; ahora La Pastora, hacia el norte el barrio Nuevo, actual El Carmen y al oeste el primer asentamiento fuera de las márgenes de los ríos que circundan el centro histórico, fue el barrio Condado. Alcanzó su categoría de ciudad en 1867. Continuó su crecimiento en los siguientes siglos, hasta obtener un área urbanística mayor después del triunfo revolucionario de 1959. Esta extensión hacia la periferia ha dado lugar a nuevos barrios con una arquitectura más moderna.
Luchas por la independencia:
Fue cuna de grandes patriotas de las gestas libertadoras como Miguel Jerónimo Gutiérrez y Eduardo Machado, principales jefes del alzamiento en Las Villas en la Guerra de los 10 Años, Antonio y Guillermo Lorda, Ramón Leocadio Bonachea y otros que dieron sus vidas por la causa independentista. También hubo mujeres dignas de destacar como, Carolina Rodríguez y Martina Lorda. En la Guerra del 95, las mujeres constituyeron el Club Hermanas de Juan Bruno Zayas, presidido por Carmen Gutiérrez Morillo, y una que merece atención fue la benefactora y patriota Marta Abreu de Estévez. En las luchas políticas que el pueblo enfrentó a lo largo de los primeros 58 años del siglo XX, también cayeron jóvenes luchadores. En la larga lista de nombres, se encuentran, entre otros, Chiqui Gómez Lubián, Osvaldo Herrera, Gerardo Abreu Fontans, Juan Oscar Alvarado.
Esta ciudad fue escenario de la Batalla de Santa Clara, cuyas principales acciones propiciaron la derrota de la tiranía batistiana y el comienzo de un nuevo amanecer con el triunfo de la Revolución, lo que hizo que su Jefe, Comandante Ernesto Guevara, trascendiera y alcanzara el reconocimiento del pueblo que hoy cuida con mucho orgullo un mausoleo donde yacen sus restos junto a los de sus compañeros de lucha.
Economía:
En cuanto a la economía, Santa Clara fue ganadera, no llegó a tener industria azucarera considerable por su situación geográfica mediterránea. A partir de la segunda mitad del siglo XIX alcanzó desarrollo agrícola, caracterizado por pequeños y medianos productores. Llegó el ferrocarril en 1860 lo que facilitó el avance económico y la comunicación con otras localidades. Fue una ciudad comercial. Solo logró insertarse en la rama industrial a partir del triunfo de la Revolución.
Educación y Salud:
Las esferas sociales tuvieron sus orígenes de forma muy precaria en fechas tempranas, desde el siglo XVIII, con la presencia, de algunos médicos empíricos y un hospital de caridad, fundado por el Padre Conyedo. Este sacerdote también creó la primera escuela en 1712 y así dio inicio a la educción escolarizada en Santa Clara, le siguieron otros. Tanto la salud como la educación fueron avanzando lentamente, producto de las limitaciones impuestas por el régimen colonial. En el período neocolonial se construyeron centros educacionales y de salud, cuyas edificaciones sobreviven aún: Escuela Normal de Maestros, Instituto de Segunda Enseñanza, Escuela de Comercio, Universidad Central Marta Abreu de Las Villas y Hospitales como el San Juan de Dios y la clínica Dolores Bonet, ahora fusionadas en un solo centro asistencial con el nombre de Celestino Hernández, clínicas privadas, convertidas después de la Revolución en policlínicos y en el Cardiocentro Dr. Ernesto Guevara; de construcción más reciente, el Hospital Arnaldo Milián Castro entre otras instalaciones de salud. Con los cambios producidos a partir del triunfo revolucionario se ampliaron considerablemente las instalaciones con funciones educacionales y de salud, puesto a prueba en los años 2020 y 2021 con la pandemia del coronavirus que ha azotado al país.
Cultura:
La cultura tuvo sus orígenes en las fiestas reales y religiosas que se celebraban durante el período colonial, de aquellas quedaron reminiscencias evidentes en algunas de las tradiciones locales como, los festejos del 15 de Julio, Verbena de la calle Gloria (por la patrona Santa Clara de Asís) y el carnaval. A medida que se avanzaba en el tiempo surgieron otras manifestaciones culturales, como las retretas en la Plaza, se organizaron algunas agrupaciones musicales y se crearon sociedades de instrucción y recreo que contribuían al desarrollo cultural, el teatro tuvo edificaciones para esas funciones, el más importante fue el de La Caridad.
El verdadero desarrollo cultural se alcanzó con el triunfo revolucionario y la creación del Consejo de Cultura, primero y el Ministerio, después, que impulsó la institucionalización de la cultura. Se crearon instituciones culturales emblemáticas y se generó un fuerte movimiento de artistas aficionados atendido por los instructores de arte. En los finales de los ochenta se instituyó una nueva estructura, que aún se mantiene y que contribuyó al perfeccionamiento del trabajo cultural con la implementación de Programas y Proyectos. Las escuelas para la formación y superación de las diferentes manifestaciones del arte han permitido un ascenso en el talento artístico que le ha dado mayor realce a la ciudad.
Santa Clara a través de sus 332 años de existencia ha afianzado su identidad y ha sabido mantener sus tradiciones de lucha. Este pueblo defiende las conquistas de la Revolución y el socialismo, y continuará siendo digna “Ciudad de Marta y el Che”.
(Autora: M Sc Hedy Águila Zamora, profesora e Historiadora de la Ciudad)
Para más información puede consultar el siguiente trabajo investigativo: